TRES POEMAS DE «YO SOY LO QUE DICEN MIS MANOS» (poemario inédito)

kyle thompson

PADRE, MADRE: ACOJO, CON ADMIRACIÓN, RESPETO Y PESAR, VUESTRA (ÚNICA) HERENCIA \ LA GRAN FALACIA DE MIS PROGENITORES ES ERIGIRME COMO UNA MÁS DE LA CASTA DE LOS HONRADOS

Porque los principios
no dan trabajo
ni pagan facturas,
ni siquiera rescatan
a la conciencia nublada

porque mis llantos
resguardados en la almohada
no sirven para nada

porque ser leal a una misma
es destruirse

porque sólo enraízan
la
constante
sensación
de
fracaso

y la rabia, muda,

pero     latente        – aquí –        latiendo
en una víscera de seiscientos gramos exactos
muy enferma de verdad

muy enferma de respuestas.

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LA ZAPATILLA DE MI MADRE

I

De pequeña,
por cabezona,
la suela me enrojecía el culo.

Ahora,
rozando yo la treintena,
ella alimenta mi natural tozudez:

sigue golpeándote contra la pared,

       tarde o temprano se abrirá una grieta.

II

Sí, mamá.

Con mis cuernos rotos
haré un hueco  p  e  q  u  e  ñ   i  t  o
por el que pasarán los que están esperando
detrás de mí

porque yo ya habré muerto
de puro cansancio.

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LA RU(T)INA DE PAPÁ

Todas las puñeteras mañanas,
a la misma hora,
mi padre vomita

con el estómago vacío.

Arroja al váter
la angustia de saber
que ser honrado
tiene un precio.

ANA PATRICIA MOYA

IMÁGENES: Kyle Thompson