LA ENFERMEDAD UNE
Mi madre, la que nunca enfermaba, acabó ingresada -consecuencias de la dictadura caprichosa de su páncreas-, mi hermana, la que nunca flaquea, acabó también llorando en el borde de una cama de hospital, mi padre se derrumba, mi otra hermana - escéptica - le reza al destino, y yo descubro, con asombro, cuánta fragilidad en dos pilares que se agrietan sin remedio. PORQUE NO SOY UN EJEMPLO A SEGUIR Mi padre me encuentra escribiendo bajo la luz tenue del flexo: un silencio breve y la frase esperada de mis labios: “no, papá, no me pagan por esto”. Él no replica -conocedor de mi derrota-; al rato, me entrega una bombilla nueva, yo la cambio, resignada a malgastar inútilmente el tiempo entre estos cuadernos emborronados y notas de miseria, él es cómplice de esta miope que se alimenta de sueños rotos. SIMPLE Sé consecuente: tu vida es un puzzle inacabado de miles de piezas, si buscas lealtad recurre a la pieza de los amigos nobles, si anhelas fidelidad adopta un perro o un gato, si requieres pasión y cariño localiza la del amante siempre disponible [¿la del amor verdadero? cuando la encuentre quemaré todos mis cuadernos de poemas] y siempre faltará algo, o alguien: no pretendas encajar una pieza cualquiera sin bordes para sentirte completo es una tarea abocada al fracaso. Resígnate a ser imperfecto: resígnate a ser [in]feliz.Ana Patricia Moya Ilustraciones: Van Arno Pinchando en la imagen, enlace al libro:
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