TRES POEMAS INÉDITOS (Las buenas personas, Tratado de los carnívoros, Guerra)

LAS BUENAS PERSONAS

Las buenas personas duermen
con la conciencia tranquila
                                                   pero solos

las buenas personas tienen
un corazón generoso
                                                   pero descompuesto en miles de pedazos

las buenas personas son apreciadas
y respetadas por todos
                                                  pero, o mueren antes de tiempo
                                                  o son olvidadas a destiempo

las buenas personas trabajan
con honestidad 
                                                  pero cohabitan con la miseria

y yo,
que nadie me arropa por la noche desde hace años
que tengo el pecho roto de tanto entregarme, sin reservas,
que aplauden mi valía según convenga

yo, que soy tan buena persona
                                                -por no decir que soy imbécil-
que hasta dudo del camino escogido

yo,
que no sé ser otra

                                                porque no me enseñaron a usar máscaras.

TRATADO DE LOS CARNÍVOROS

“La inmundicia de lo cotidiano forma parte del amor”.
(Fragmento de la película “Las muñecas rusas”, de Cédric Klapisch).

"El amor se retrae
como una alimaña
acosada por perros.
Me ladra, y me muerde.”
(Pedro Andreu)

Desde mi refugio, contemplo a hombres y mujeres
que peregrinan de un cuerpo a otro, consumen
corazones con gula, en su papel de cazadores tramposos
que transitan con la seguridad de que siempre atrapan a la presa
y luego regresan, satisfechos, a la rutina del solitario.

Desde mi refugio, entre temarios para oposiciones
y cómics, vigilo este festival de animales confundidos,
me burlo de su falsa condición de depredadores

y aguardo, con paciencia, al que se arriesgue a penetrar
en mi territorio para que la piel despierte del letargo,
para devorarnos las entrañas despacio,
                                                                     despacio 

porque, por desgracia, soy de digestiones lentas,
prefiero hurgar hasta el tuétano y esperar
al abrazo sincero que disipe esta sombra de tristeza
                                                                    que me persigue.

GUERRA

 Esta no es mi guerra.

                           No presto atención a la lista
de los libros más vendidos
no me importan los maestros de la poesía
artificial que adoctrinan a sus cachorros

no me interesan los poetas pretendientes
a cargos públicos o los que utilizan
su lengua afilada para ascender

mi campo de batalla
son las pastillas para dormir
la inseguridad, la rutina, la ansiedad
los afectos que se extinguen
memorizar temas

                                  esta no es mi guerra, poetas

manchad vuestras manos de mierda
porque las mías están comprometidas
al sucio propósito de existir.


Poemas: Ana Patricia Moya Rodríguez
Ilustraciones: Todd McLellan