ANTOLOGÍA LIBEROAMERICANAS – Más poemas de autoras (II)

EL HILO ROJO
Gema Albornoz (Montilla, Córdoba, 1979)

Poeta, narradora y fotógrafa. Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Córdoba. Sus textos (poesía y relatos) aparecen en distintas publicaciones literarias, tales como Salto al reverso, Prisma a la vista, La Galla Ciencia, Le Miau Noir, El Laberinto de Ariadna, La Galla Ciencia, Mitad Doble, El coloquio de los perros, Digo.Palabra.Txt, Revista de poesía crítica Bohemia, entre otras. Colabora en los medios culturales Mundiario y Luz Cultural Magazine.

Tiro un poco del hilo rojo
que queda suelto y colgandero.
Aunque me vengan después
con lo bonito del cuento,
con la historia perfecta,
con el lenguaje visual
y con la vida repleta.
Verdad es que te rocé.
Verdad es que te sentí
de una manera especial.
Una chispa se encendió en mis dedos
y fue el epicentro del terremoto peor.
Mis piernas sólo pudieron temblar.
No les quedaba de otra.
No puedo arrastrar ninguna capa terrestre
ni siquiera superficial.
Y aunque traté de esconderme bajo ella
tenía que continuar.
Tú te quedaste inmóvil
y actuaste indiferente.
Así que tampoco nada me pasó.
Nada. Todo producto de mi mente.
Demasiada imaginación.
Y ahora, miro de vuelta
mientras me acerco despacio
hacia donde el hilo rojo
sigue colgando casi deshilachado.
¿Lo cortaste tú? ¿Lo corté yo?
No sé si atreverme a tirar
por si actúa como caña de pescar
y me trae una bota vieja o un calcetín.

MIS HÉROES SIEMPRE TUVIERON EL CORAZÓN QUE ME FALTABA…
Izaskun Gracia (Bilbao, 1977)

Licenciada en Filología Vasca. Fue editora y cofundadora de la editorial de poesía MasMédula. Trabaja como diseñadora y traductora; también escribe artículos y ejerce la crítica literaria para diversos medios. Autora de los libros Fuegos fatuos (2003), Eleak eta beleak (2007), Saco de humos (2010), Ártica (2012) y Vacuus (2017). Sus poemas aparecen en distintas revistas y antologías literarias. Ha obtenido diversos premios por su obra (poética y narrativa).

 mis héroes siempre tuvieron el corazón que me faltaba
y asaltaron los caminos el día que la turba donde clavé mis pilares se hundió
en el fondo de arena que nos guardaba
mis héroes blandieron sus armas y me asesinaron
expoliaron los campos el dolor de mis ríos
y agujas de fuego redujeron a cenizas mis huesos durante la caída
mis héroes se agotan a ritmo de raíces
augurando días de viento y pasos en falso a escampar en otro rompiente

EN LOS JARDINES CREPUSCULARES
Marta Castaño (Pamplona, 1988)

Poeta, narradora. Licenciada en Filología Hispánica, Graduada en Información y Documentación. Actualmente, es bibliotecaria. Escribe artículos en varias revistas culturales.

En esa gota de lluvia hay un duelo de nubes blancas.
Aún no cierres los ojos.
Contempla cómo en los jardines crepusculares,
al abrigo de cualquier gloria,
bailan las parcas y después se van,
como negros pájaros que rasgan el cielo
y se diluyen bajo sus nombres.

NATURALEZAS MUERTAS
Sonia Marpez (Galicia, 1987)

Fotógrafa y escritora. Diplomada en Magisterio de Educación Primaria y Licenciada en Historia del Arte. Junto al también escritor Gabriel Noguera, ha dirigido la publicación Obituario y el fanzine MacGuffins. Ha obtenido distintos premios por su obra poética. Su primer poemario es Demolición (Monosabio, 2018). Actualmente, reside en Málaga.

I
Las manillas de este reloj
tan sólo van cerrando puertas.

II
De algunas vivencias
queda apenas un retrato molesto.
Objetos inertes, inútiles,
invadiendo la memoria.
¿Para qué volver?
Su pulpa agridulce se secó hace tiempo.

III
Una flor de papel
también es un vegetal.

ANTOLOGÍA LIBEROAMERICANAS – Más poemas de autoras (I)

PIEL Y POZO
Violeta Nicolás

(Murcia, 1984). Doctora en Artes Escénicas y Licenciada en Bellas Artes. Autora de los poemarios Digestión idílica (Diego Martín Librero Editor, 2013), Flow (Huerga & Fierro, 2015) y Lapsus Violeta (Tigres de papel, 2015). Sus textos aparecen en diferentes publicaciones (La Tribu de Frida, Fragmenta, Espacio Luke, La Galla Ciencia, El coloquio de los perros, Revista Kokoro entre otras).

La piel es superficie de saliva,
Mi naturaleza me dirige a lo alto
El viento vibra, dentro de las sienes.
Curvada de agua,
No me dejes sola.
Los labios contienen una sonrisa,
Las palabras que caben en el aliento
Mientras friego podría caer en el pozo,
Fluir hacia el hueco de mi madre
Mi única casa es de papel de huesos,
Flotante sobre el rostro rodea la espalda,
Es la presión contra mi piel, el agua.

No hay ya nada interior, solo su eco,
Las palabras son de fuera, letra de aguja,
Curvada de agua,
No me dejes sola.
Vacío de medianoche en las manos,
Sobre mi cuerpo el calor de la sábana
Los órganos suenan a música de papel
Ralentí raro de mi corazón.

MIENTRAS LA LUZ
Lola Mascarell

(Valencia, 1979). Periodista y profesora de Lengua Castellana y Literatura. Autora de Mecánica del prodigio (Pretextos, 2010), Palabras en el yunque (Cocó, 2012) y Mientras la luz (Pretextos, 2013).

Todo está en la ventana
que reúne mi vida y me contiene
contra el marco vacío de lo eterno.
Un marco en el que yo soy el afuera
y el paisaje es mi centro más profundo.
Una rama de viento, los jirones
de nube en que se cierne
la noche del crepúsculo
y este agudo deseo
de encontrar entre ellos la palabra
que logre derribar esta frontera
entre afuera y adentro.
Todo está en la ventana, soy el marco
que reúne y contiene los compases
de este instante inmortal, de este intervalo.
Un recuadro de luz mientras la luz
cabalga en las cenizas de la tarde:
un mordisco de cobre en el cobalto.

LA AUTÓMATA
Sonia San Román

(Logroño, 1976). Autora de varios libros de poesía, entre ellos, Anillos de Saturno (Baile del Sol, 2014) y La barrera del frío (Suburbia Ediciones, 2017). Ha coordinado, como editora, distintos libros; también ha participado en numerosas antologías literarias.

El resplandor, dentro y lo perfecto, fuera.
Armonía por empeño.
Esfuerzo en la luz.
Palabras a punto del labio y flores para sembrar en un campo sin tierra fértil,
en la ausencia de oídos.
Lo peor de la soledad no es estar sola.
Lo peor es que te obliguen a gritarlo.

CONJUGO EL VERBO HABITAR
Andrea Abreu

(Tenerife, 1995). Periodista y estudiante de Máster en Periodismo Cultural y Nuevas Tendencias; autora del poemario Mujer sin párpados (Editorial Versátiles, 2017).

«Como si la casa fuera un lugar seguro», picotean los pájaros en el
alféizar de la ventana
Insisten en entrar y en utilizar las tijeras para
cortarse las plumas
para dejar de volar libres

porque la libertad es un peso demasiado grande

«Como si la casa fuera un lugar seguro», pienso

Los pájaros se alimentan de la luz
de las bombillas a través de los cristales / de la casa
de la casa que debajo del cielo negro es solo
una joven estrella
en la inmensidad de una noche
cerrada y tibia
La casa que aparenta ser segura pero que solo resplandece si
la ciudad calla y la oscuridad la cerca

La casa que depende de las tinieblas para ser hermosa

«La misma casa», pienso, «como si la casa fuese un lugar seguro».

LA MUÑECA
Ana Vega

(Asturias, 1976). Poeta, narradora, periodista, crítica literaria. Autora de varios libros, entre ellos, Breve Testimonio de una mirada (poesía, Amargord, 2009), Herencia (poesía, Canalla Ediciones, 2018) y Llanquihue (narrativa, Editorial Huerga & Fierro, 2012).

La primera muñeca
o juguete que mi madre recuerda
haber tenido
estaba completamente desnuda.
Dice haberla apretado
tanto y con tanta fuerza
que cuando ésta se cayó
y perdió en el campo
ella mantuvo
firme el gesto y la postura
durante todo el día.
Al igual que quien sufre
el dolor fantasma
de un miembro amputado
nunca ha superado esa carencia.

ANTOLOGÍA LIBEROAMERICANAS – POEMAS DE ANA VEGA, GEMA ALBORNOZ, SARAY PAVÓN Y SONIA MARPEZ

Comparto poemas de cuatro de las autoras seleccionadas para esta antología en su edición española.

PERDÍ LA FE

Me quedé
atrapada
en la red
que teje
la araña
del desconcierto.

La incredulidad
certera
de quien
ha visto
demasiado.
Algo incurable.

EL FINAL DEL CUENTO

A veces
tengo sensación
de batalla perdida,
de general
con hombres muertos
a sus pies,
con manos ensangrentadas
pero inútiles…

Cansancio acumulado.
Elaboración de tácticas
y estrategias
estudiadas con precisión
de bisturí
y a las que siempre
vence
el caos
del mundo
más cotidiano.

A veces
siento
que ni los cuchillos
más afilados
logran
cortar bien la carne.
Siento que poco
o nada
tiene sentido.

Y sin embargo,
en contadas ocasiones,
veo con claridad, exacta,
de halcón
desde las alturas,
como la verdad
vence al cobarde;
cómo el triunfo
está asegurado
desde el principio
para aquéllos
que se mantuvieron firmes,
los locos, los salvajes,
los que no se dejan domesticar:
los más cuerdos
entonces.
Y sé que noches de cuchillo
y ruido ensordecedor
les preceden,
espinas bajo sus pies,
clavos ardiendo
siempre
en sus manos
y muñecas rotas.

Al final
del cuento
la paz
llega a los ojos
del indómito
con la facilidad
con la que el cielo
abre sus puertas
tras la tormenta.
Benditos sean
aquellos
que han logrado
sobrevivir
al desierto.

Ana Vega (Asturias, 1976). Poeta, narradora, periodista, crítica literaria. Autora de varios libros, entre ellos, Breve Testimonio de una mirada (poesía, Amargord, 2009), Herencia (poesía, Canalla Ediciones, 2018) y Llanquihue (narrativa, Editorial Huerga & Fierro, 2012).

VER UNA FILA DE LUCIÉRNAGAS
dibujando la carretera por donde pasa tu olor.
No es un desorden de mi sistema nervioso,
es que no se coordina el corazón.
Mi seguridad,
entonces,
se sitúa al borde del acantilado,
Mi pánico
no sabe si volar
o divertirse rodando
loma abajo.
A menudo,
te recreo en mi infancia,
rebobino,
damos saltos al futuro,
volvemos al ahora mismo.
Eres mi alucinógeno favorito
y nadie te había clasificado como droga.

NECESITO TENERTE DELANTE.
Rozar
un poco
los pliegues
que son esquina.
Esquina de cuatro cantos
y a cuatro palmos,
a tientas,
doblarlas
tantas veces como quiera.
Necesito tenerte.
Necesito tenerte enfrente.
Sin que me des la espalda,
que no quiero empujarte,
que no quiero tus alas.
Necesito tenerte.
Necesito mirarte a la cara
y hacer del iris de tus ojos
el escudo de mi universo.
Universo de universos
anillados.
Donde desde mi cabeza vuelen pájaros
salvajes emigrando al sur hasta tu centro.
Necesito cuerpo a tierra
cuando llegue,
cuando llegues
de cualquier océano
y seamos.
Necesito.

Gema Albornoz (Montilla, España, 1979). Poeta, narradora y fotógrafa. Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Córdoba. Miembro de la Asociación Cultural Poética de Puente Genil (Córdoba) y de la Asociación Cultural Naufragio. Sus textos (poesía y relatos) aparecen en distintas publicaciones literarias, tales como Salto al reverso, Prisma a la vista, La Galla Ciencia, Le Miau Noir, El Laberinto de Ariadna, La Galla Ciencia, Mitad Doble, El coloquio de los perros, Digo.Palabra.Txt, Revista de poesía crítica Bohemia, entre otras. Colabora en los medios culturales Mundiario y Luz Cultural Magazine. Actualmente, dirige la sección artística La Mirada de Helios (Odisea Cultural).

PUEDO DECIR ALGO Y CLARO:
no sé a dónde me dirijo,
me pesan los párpados,
a veces exploto y, otras,
tengo sequía de impulsos;
me marean las líneas del metro,
estoy harta de las hormonas,
los cambios,
harta de ser pezón y curva.

SOLEDAD DOBLADA

Ya voy desmontando ese telón rojo,
quitando los paneles del tablado
y todos los hierros que lo soportan.

Recojo las copas, manteles y luz,
apago los altavoces, la tele
y mis ojos de mirada intrigada.

Limpio el suelo, los cristales y mi voz
que tiene tu nombre cosido a fuego.
Hoy barro la sombra, el miedo y tus labios.

Despacio, sin despertar a la noche,
cierro la puerta y voy por las lustrosas
veredas, con la soledad doblada

y las partículas del corazón
que van creciendo, lentas,
por mis manos.

Saray Pavón (Sevilla, 1984). Poeta, narradora, fotógrafa, ilustradora, escultora, editora. Ha estudiado en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos. Autora de los poemarios Grisicitudes (2009), Esferas (2011) y Literatura de Penumbra (2012).Ha colaborado en distintas revistas y antologías literarias. Ha obtenido distintos premios por sus creaciones artísticas. 

EL TIEMPO SE HA ENCARGADO DE ASESINAR
a todos los héroes románticos de esta ciudad.
No hay nada que merezca ser esperado.
Quedan sólo las cenizas oxidadas
de las lágrimas que un puñado de amantes
se atrevieron a derramar.

TRATAR DE ALCANZAR
el eterno escalón

zurcidos los labios
reverbera el silencio

deseos marchitos
entraña oxidada

mañaña de pasos
penumbra en los ojos

pasado en cenizas
esperanza asfixiada.

Sonia Marpez (Galicia, 1987). Fotógrafa y escritora. Diplomada en Magisterio de Educación Primaria y Licenciada en Historia del Arte. Junto al también escritor Gabriel Noguera, ha dirigido la publicación Obituario y el fanzine MacGuffins. Ha obtenido distintos premios por su obra poética. Su primer poemario es Demolición (Monosabio, 2018). Actualmente, reside en Málaga.

NOTA DE EDICIÓN DEL POST: las fotografías corresponden a sus respectivos autores; los poemas han sido extraídos de distintos espacios de la red.

Enlaces:

Página de Liberoamérica: https://liberoamerica.com/
Facebook de Liberoamérica: https://www.facebook.com/liberoamericamag/
Instagram Liberoamérica: https://www.instagram.com/liberoamerica/ 

ANTOLOGÍA LIBEROAMERICANAS – JÓVENES POETAS CONTEMPORÁNEAS

Desde hace un año, formo parte de Plataforma Liberoamérica, un espacio en la red donde dirijo dos secciones de poesía contemporánea española: Que la vida iba en serio (selección de poemas) y El sótano del ornitorrinco (entrevistas minimalistas). Hace unos meses, después de la publicación de una antología literaria que recoge a más de ochenta autoras jóvenes del ámbito iberoamericano en Argentina y Uruguay, se está preparando, a través del sistema del crowdfunding, la edición española, que, a diferencia de la anterior, contendrá más de ciento veinte poetas (Argentina, Bolivia, Brasil, Caribe, Centroamérica, Chile, Colombia, Ecuador, España, México, Paraguay, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela) y poemas traducidos al gallego, catalán y vasco. Os animo a que aportéis vuestro granito de arena para este proyecto: con tan sólo veinte euros podéis adquirir un ejemplar. Distintas publicaciones culturales ya se han hecho eco de esta arriesgada pero necesaria apuesta, tales como Revista La Soga, Diario de Navarra,  El Diario de Galicia, Revista Librújula, entre otros medios internacionales. Agradecemos la difunsión de la propuesta editorial, o bien formar parte de la gran comunidad cultural de Liberoamérica.  

En breve, compartiré textos de algunas de las autoras que serán incluidas en la edición española, en concreto, de Gema Albornoz, Ana Vega, Sonia Marpez y Saray Pavón.

Enlaces:
Crowdfunding edición española: https://www.indiegogo.com/projects/liberoamericanas-100-poetas-contemporaneas-women/#/
Página de Liberoamérica: https://liberoamerica.com/
Facebook de Liberoamérica: https://www.facebook.com/liberoamericamag/
Instagram Liberoamérica: https://www.instagram.com/liberoamerica/

LIBRO NUEVO Y EPÍLOGO DE MARISOL SÁNCHEZ GÓMEZ PARA «BLANCANIEVES NO TIENE LA REGLA»

Hace unas semanas me comunicaron una buena noticia: me publican libro nuevo, «La casa rota», en Versátiles Editorial. Ya estamos con los preparativos del nuevo poemario (no tan nuevo: tiene dos o tres años). De nuevo, vuelvo a contar con la colaboración de Marisol Sánchez Gómez, que tuvo el detalle de escribir el epílogo del libro «Blancanieves no tiene la regla», un poemario publicado por la editorial pionera Neurótika Books. Os paso el texto que concluye la obra y también enlace para que lo leáis (para lectura y descarga gratuita).

UN CORAZÓN DE CEMENTO Y ALAMBRE

Por Marisol Sánchez Gómez

Leo los poemas de Ana Patricia Moya, una mujer joven, de mi tiempo, y transito durante un par de horas por un recorrido vital que, de manera recurrente, se ve jalonado por temas que con fuerza metafísica nos afectan a todos: el amor – el gran tema de las mujeres -, la soledad, la independencia, el dolor y la poesía.

Lúcida observadora de su entorno y su realidad la autora no se engaña: es un miembro más de una generación inmersa en una tragedia épica y colosal, en el desastre de una generación que quiere ser independiente y se ve obligada a aceptar trabajos basura mal pagados (véase “Puta barata \ Informe de becaria: año 2009 / 2010”) o a depender de sus padres; a pelear por realizar sus sueños con riesgo a veces de tener que renunciar a lo que íntimamente se es o sacrificar su independencia. “Tengo casi treinta años / y no tengo nada”, nos dice Ana Patricia en un verso que se despliega estirándose visualmente sobre la página obligando al ojo lector a leer en un largo vaivén que concluye en un radical “nada”.

Es extraño que la persona poética de estos versos confiese no sentirse joven? ¿Es extraño que “ese hombre del saco que dormita en sus pestañas” engorde gracias a sus temores: “el paro / la soledad / la ausencia de respuestas / los sollozos de madrugada”?

Entre versos, a veces irregulares y entrecortados, en versos puros, canónicos, en prosa poética o en versos en prosa, en líneas definidas frecuentemente como misántropas, Ana Patricia va desgranando su necesidad de interpretar su mundo, indagar y explicarse. Entre Caperucitas ingenuas y engañadas, Alicias internadas por locas o bellas Blancanieves que no menstrúan, símbolos contemporáneos de mujeres sin deseo sexual, como las muñecas muertas que se prodigan por la red de redes, la autora despliega su decepción, la nostalgia amorosa ante el amante que ya no está, su rabia y su dolor ante la cama vacía; las consecuencias de ese amor desengañado ante un otro, falaz y ausente, pero no por eso menos esencial.

Frente a todo ello, la fortaleza de un corazón que es sólido y frágil a la vez, hecho de “cemento y alambre”, sensible y lúcido. Y siempre la poesía. Una poesía hecha de rabia, dolor y decepción al ver lo que muchos son capaces de hacer con tal de publicar. Algo ante lo que Ana Patricia no sucumbe, aceptando la cuota de amargura que conlleva ser un pájaro que canta sin el resguardo del nido, el peaje que paga quien no se convierte en un “poeta impostor” con “libros saturados de sucio ego”. Y es esa poesía que la invade como un amo imperativo y ante la que ella protesta airadamente para no sucumbir, la que la espera “en su sonrisa”. Y es que Ana Patricia no está sola, aunque ella diga en un duro poema que sólo cree en sí misma. Está la poesía, su entrega a ella, y la existencia de otros – muchos y muchas – que hacemos causa de ella y de sus versos. Nadie debe sentirse tan solo; como decía la extraordinaria poeta Adrienne Rich, todos tenemos, aun sin saberlo, gente en torno entre las que sentarnos y sollozar sin que por eso se nos deje de considerar héroes.

Es esa capacidad heroica de la poesía honesta de Ana Patricia, la escrita desde las entrañas, casi sin medios, ni sponsors y que no se ha convertido en un postre de lujo en el banquete del poder cultural, la que nos sana y redime; la que nos ayuda a interpretar el mundo, la que nos da, de una manera radical, la capacidad de oponernos al lamentable discurso de la mentira que predomina en la escena cultural del momento.

Para leer, pinchar en la imagen:

Próximamente, más información.

VEINTE CON VEINTE: VISIÓN POÉTICA (POETA NO: SUPERVIVIENTE)

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POETA NO; SUPERVIVIENTE

Empecé a escribir poesía a raíz de una depresión. Como entre mis planes existenciales no contemplo el convertirme en una adicta a las pastillas, saqué papel y lápiz para redactar mis experiencias, a modo de terapia. No era la primera vez que escribía: mis primeros pasos literarios se remontan en mi juventud cuando me atreví con la novela breve y los relatos (que aún conservo por puro sentimentalismo pero que, por sentido común, jamás verán la luz); tuve oportunidades para iniciarme en poesía, pero por respeto (miento: la consideraba como una cursilería supina) ni lo intenté, hasta que el especialista amenazó a la economía familiar con tratamientos costosos. Años después, en mi etapa universitaria, descubrí que había poesía más allá de las lecturas obligatorias (y soporíferas) del instituto: extraje antologías literarias contemporáneas (ya descatalogadas) que me revelaron un tipo de poesía diferente. Empujada por la curiosidad, comencé a descubrir más autores coetáneos: era inevitable sentirse identificada por compartir inquietudes semejantes. Con respecto al método de escritura, antes era más intuitiva a la hora de redactar textos, pero actualmente me cuesta parir poemas: anoto ideas en notas, las desarrollo en cuadernos, las paso a limpio, las imprimo, reviso y corrijo las veces que sean precisas (el esquema es idéntico a cuando escribo relatos, aunque para la narrativa me esmero más: hilar historias supone un reto, requiere más elaboración). Aparte de la literatura en general, la cultura pop (el cine, el cómic y otras manifestaciones) es fuente de inspiración inagotable. Y sí, soy de las que escriben a mano todavía (lo sé: soy una moderna insoportable). También leo todo tipo de géneros, aunque admito, sin vergüenza, que actualmente apenas leo poetas de nuevas generaciones porque no me llenan (a honrosas excepciones) y por eso he regresado a lecturas de clásicos y autores de referencia personal, sean hombres o mujeres. Para mí, la sensibilidad poética no es especial en un sexo u otro: distinto es que el sistema esté controlado por medios masculinos. Me aventuro a considerar que ahora las poetas son más visibles, siempre y cuando pertenezcan a una “élite” poética o tengan afinidades (o facilidades) que les permita despuntar.

Me desagradan las etiquetas y rechazo las imposturas. Yo no concibo la poesía como una profesión o forma de vida. De hecho, yo me considero antipoeta: sólo escribo por puro desahogo. Por eso, escribo sobre lo que me afecta (la enfermedad, la precariedad, el desamor, la familia, el dolor). La función de los auténticos poetas es dotar de sensibilidad a un mundo cada vez más deshumanizado. Un verdadero poeta es empático: sabe transmitir, y su poesía también puede utilizada como un arma de lucha social (lástima que muchos sucumben al encanto del poder). Yo no albergo ambiciones literarias: aspiro a la tranquilidad (soy aburrida y convencional). Escribo poemas porque me apetece y eso me diferencia de los poetas vocacionales u profesionales (esos que estudian filología, se integran en tribus literarias a la sombra del líder que los proteja a cambio de favores o que coquetean con la política). No me involucro en grupos u movimientos poéticos: la literatura no tiene absolutamente nada que ver con egos hinchados y sus bochornosos tejemanejes para controlar el ámbito cultural.

Me gusta compartir mis poemas, relatos y demás en el espacio virtual. Creo, firmemente, que gracias a la red hemos sido testigos de un boom poético excepcional y sin precedentes; con independencia de las bondades de las redes sociales (descubrimiento de nuevos talentos, otras alternativas editoriales, entre otras) y sus perversiones (explosión del fenómeno fan, estrategias de marketing editorial centradas en criterios de rentabilidad y no de calidad, banalización del género, etc), son herramientas útiles para la difusión poética. Dependerá del usuario \ lector discriminar los contenidos.

Ana Patricia Moya

(Texto incluido en 20 con 20: diálogos con 20 poetas españolas actuales)

Han dicho de 20 con 20:

EL CULTURAL (suplemento):
http://www.elcultural.com/revista/letras/Poesia-femenino-singular/38277

LA GALLA CIENCIA (revista):
http://www.lagallaciencia.com/2016/09/20-con-20-dialogos-con-poetas-espanolas.html

EL PAÍS:
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/08/15/babelia/1471261587_509532.html

BLOG DE RAMÓN BASCUÑANA:
http://elalmadelapiel.blogspot.com.es/2016/07/20.html

2020

ESPACIOS EN BLANCO, DE ISABEL TEJADA, ARMA POÉTICA, CUATRO POEMAS

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ACÁ está la que vive
mi corazón es un ciervo blanco sin llanura
no importan las palabras no importa la boca
sino es para masticar cuidadosamente
la hostia de los días que fracasan conmigo
yo hago espirítu represento la cosa
este aire esta suelta de miembros
sin signo aparente de discurso
esta deuda a cuánto
en cuanto al fruto mejor no referirse.


ENTRE pulmón y pulmón
arquitecto
hago ojal a un corazón abotonado a la vida
yo me destruyo en la imagen del que me hace
del que sólo halla en mí desalojo de su triste
o de su semen
tu nombre es ahora cada uno de sus nombres
soy lo que transita por tus dedos
recae la verdad en cada uno de mis elementos acariciados
éntrame así te digo antes de la decepción
seme estámpate así
pero si sé si todo está ya anunciado
a qué esta intención de afincarme
esta contundencia.


ESCRIBO
como alguien que trata de comprender una luz devastada por la tristeza
como alguien que se oculta bajo un techo de hojas buscando reposo
y finge que le llega la palabra
debería decir deportada a la orilla hago oficio de mis restos
entallo mi corazón en su armadura y no es suficiente
acostumbrada a la derrota aún entono el canto que reclamo
alguien escribe somos seres descontentos
enumera el agua podrida de los jarrones
condenada a lo que queda después del hueso
peleo como una tira de luz entre las ramas que aún resiste.


VUELVO a escribir sobre lo roto
el hueso de lo nuestro
lo que decías que nos esperaba
no eres un nido me digo
a la sombra de las palabras de siempre.


ISABEL TEJADA BALSAS
ESPACIOS EN BLANCO (ARMA POÉTICA EDITORIAL)

VEINTE CON VEINTE: DIÁLOGOS CON POETAS ESPAÑOLAS ACTUALES (I) UN POEMA INÉDITO INCLUIDO

2020

V

Por qué

Fregar y barrer la casa
como metáfora de pretensiones estériles

no poder erradicar definitivamente la roña
de la incertidumbre con unas cuantas pasadas

asumir
que ni un [vulgar] poema sobre la lejía
transformará este mundo inefable
y mi anodina existencia.

ANA PATRICIA MOYA

Y no olvidéis votar, si os apetece, para alguno de mis relatos presentados: https://anapatriciamoya.wordpress.com/2016/07/08/tres-microrrelatos/