PÁJARO NEGRO, un poema inédito (homenaje a Bukowski)

“Si sobrevives, si persistes, canta,

sueña, emborráchate.

Es el tiempo del frío: ama,

apresúrate. El viento de las horas

barre las calles, los caminos.

Los árboles esperan: tú no esperes,

éste es el tiempo de vivir, el único.”

Jaime Sabines

“Porque de siempre

el hombre no soporta

lo real ni la verdad,

tiene necesidad urgente

de dobles y espejos,

de máscaras y cópulas,

precisa interpretar, mentir,

distorsionarlo todo,

multiplicar la muerte,

falsificar la vida.

Porque el hombre no sabe

afrontar la exultante nada

ni el propio ser indesdoblable,

contemplar cara a cara

su riente y exacta nulidad,

necesita huir, perderse

en absurdos y oscuros laberintos,

no verse nunca.”

Manuel Lombardo Duro

Hay un pájaro negro enquistado

en mi corazón que

es tímido, está cómodo aquí dentro,

cuando lloro o escribo

me sacude con cantos desagradables

pero soy firme

y no permito, a veces,

sus graznidos.

Hay un pájaro negro enquistado

en mi corazón que

extiende con sus alas la amargura,

se alimenta de los despojos

de mi tristeza,

pero soy orgullosa

y no permito, a veces,

que devore mi voluntad.

Hay un pájaro negro enquistado

en mi corazón que

nadie percibe porque forma parte de mí,

soy reservada con el dolor

porque éste no puede ser compartido

pero soy débil

y no permito, a veces,

que esconda sus garras.

A veces le pregunto qué pretende.

¿Por qué sometes a mis entrañas?

¿Por qué justificar con poesía

mi compromiso con la existencia?

Hay un pájaro negro enquistado

en mi corazón que

en los momentos más delicados

me pide una tregua

para recuperar el aliento,

y cuando sale un rato

de mi interior

sueño, sonrío, disfruto, amo;

contemplo su brillante plumaje

y pienso que es precioso;

sabe que no puede desprenderse

de mi ser

sé que vamos a morir juntos

y no, no tenemos miedo

porque acordamos este pacto

para sobrevivir,

y tú,

……….¿acogerías al pájaro negro en tu pecho

……….para reconocer la inmensa belleza de la vida?

ANA PATRICIA MOYA RODRÍGUEZ

Para leer otros poemas inéditos, pinchad en la imagen.

    

PEQUEÑA SELECCIÓN DE POEMAS INÉDITOS

Martin Wittfooth

FRAGMENTOS DEL MAL QUERER (HAIKUS)

I

Cae tu carta:
entre las hojas secas
corazón muerto.

II

Si tengo hambre
no me sacio contigo:
sabes a nada.

III

Tú, depredador
que devora mi pecho:
comes carroña.

IV

La cucaracha
destroza mi paciencia:
sí, os parecéis.

V

La lluvia toca
la ventana: el cuerpo
nota ausencia.

Martin Wittfooth

LECCIONES SOBRE LA IMPUREZA

I
PECADOS DEL SOLITARIO

No manosees – maldita sea – mi corazón:

…………………………ya no me queda nada que entregar
…………………………ya no me queda nada que compartir

…………………………todo está corrompido

……………………………………………………sólo abrázame
………………………………………………………………………………y luego vete

………………………………………………………………………………no olvides que soy desierto
………………………………………………………………………………y tú la posibilidad de una herida.

II
RECICLAJE

A los viejos amores:
…………………………no sois culpables

fui yo la que se dejó arrastrar por vuestra tormenta
fui yo la que estrujó a la esperanza hasta secarla
fui yo la que creyó ser princesa y al final tan sólo era una mujer

…………eso sí

………..sois responsables de que mi cartilla del banco esté más vacía
………..por costear a la psicóloga que repara mi ego lesionado

……………mientras vosotros estáis tan tranquilos en vuestra puta casa
……………acumulando apestosas bolsas de basura con cadáveres de amor ajenos

por eso, no os perdonaré jamás ser cincuenta euros más pobre al mes,
………………………………………………………………………………………………………….malditos cabrones,
………………………………………………………………………………………………………………………………..jamás.

III
LECCIÓN DE ADIESTRAMIENTO CANINO

Cuando abrazo con cariño a mi perro
me entrega su lomo:
…………………………………….la confianza es mutua

perdona que nunca te abrace ni de frente ni de espaldas:

…………………………………………….desconozco el número de cuchillos que escondes
…………………………………………….en todos tus bolsillos,

y perdona, de corazón, que te haya llamado perra:

…………el término adecuado es ese insulto que no pronunciaré
………..por respeto a la pobre mujer que, inconscientemente, te arrojó al mundo.

Martin Wittfooth

© De los poemas: Ana Patricia Moya.
© De las imágenes: Sus respectivos autores.

CINCO POEMAS INÉDITOS

Irina and Silviu Szekely

TRA(D)ICIÓN  HEREDADA

Todos los gatos que tuvo mi abuela
eran negros y los bautizaba con el mismo nombre
………………………………………………………………………………………….-Panchos o Panchas-,

yo, por suerte para mi frágil salud mental,
no he tenido tantos amantes,
aunque todos poseían un color de corazón idéntico
…………………………………………………………………………………………-como el carbón-
y se llamaban igual:

…………………………………..traidores.

Van Arno

EL AULLIDO DE LOS REPLICANTES

“No soy Shakespeare,
pero puede ser que algún día ya no escriba más
abstracto o de otros.
Siempre habrá dinero y putas y borrachos
hasta que caiga la última bomba,
pero como dijo Dios
cruzándose de piernas:
veo que he creado muchos poetas
pero no mucha poesía.”
Charles Bukowski

 He visto a jóvenes poetas de mi generación
mendigando, de rodillas, por un premio literario
antes de cumplir los treinta,
enmascararse para lanzar cuchillos
a las espaldas de enemigos y colegas
o reclamando su puesto en el parnaso
cuando no hay nada en su escritorio

………………………………………………………………….sí, yo he visto cosas que jamás creeríais,
que a esta casta de idiotas les salpica la mierda

mientras tanto
yo
lleno el carrito de la compra con yogures para el estreñimiento
desinfecto a fondo los cuartos de baño con lejía
pago semanalmente Bonolotos, Primitivas y algún que otro cupón
canturreo “I got you under my skin” y “Like a virgin”
mientras leo cómics prestados de la biblioteca
o escribo

……………………..sin la certeza de saber realmente

……………………..qué coño es la poesía.

Joshua Hagler

LO QUE MUCHOS OLVIDAN

 Le compraron un andador
pero mi abuela se negaba a usarlo,

caminaba, apoyándose en las paredes
o en su bastón,

no admitía ayuda de nadie
y a pesar de la fatiga
conseguía alcanzar la cocina
para preparar la masa de las croquetas
la salita para rezar el rosario
…………………………………………………..o ver, por enésima vez, Lo que el viento se llevó

o al patio del chalet de mis tíos
para tomar el sol y jugar con los perros

…………………no es ningún secreto
………………..que la terquedad y el orgullo
………………..están en los genes de la familia

…………………………………….también la constancia:

…………………………………………………………………………más tarde o más temprano llegamos
……………………………………………………………………………………………………………a cualquier parte.

Ronit Baranga

SERIE TRAGICÓMICA

Una se acostumbra
al mantel con plato y cubierto,
a la propia calidez
bajo la colcha,

una se adapta
a la ausencia del hombro
cuando asoma la lágrima,
a la presencia - inmediata -
cuando late - con ímpetu - el sexo,

una sobrevive
a estos seres con complejo de veleta
dotada con un corazón salvaje

.....................................................................destinado a la mortaja.

Paco Pomet

CASCOS POLARES

Sé que no vas a regresar

………………………….sé que crees que soy fría
…………………………-tengo la calidez de un iceberg-
………………………….y que me imaginas, en estos momentos,
…………………………en el sofá, cubierta de mantas viejas,
…………………………viendo películas románticas de bajo presupuesto
…………………………con el estómago lleno de palomitas y helado de chocolate

……………………………….y sin embargo, aquí estoy, continuando rutinas domésticas
……………………………….sollozando sólo cuando la lejía penetra profundamente en …………………………………………………………………………………………………………./mis fosas nasales
……………………………….o cuando me niegan la oportunidad laboral por ser mayor …………………………………………………………………………………………………………………………/de treinta

………………………………fuiste un capítulo breve de una novela de segunda mano
………………………………-o, peor aún, un episodio piloto de final predecible-,

………………………………………………………..no olvides que no se puede echar de menos
………………………………………………………..algo que nunca se ha tenido.

Joshua Hagler

©De los poemas: Ana Patricia Moya
©De las imágenes: Sus respectivos autores

Van Arno

ANTOLOGÍA LIBEROAMERICANAS – Más poemas de autoras (I)

PIEL Y POZO
Violeta Nicolás

(Murcia, 1984). Doctora en Artes Escénicas y Licenciada en Bellas Artes. Autora de los poemarios Digestión idílica (Diego Martín Librero Editor, 2013), Flow (Huerga & Fierro, 2015) y Lapsus Violeta (Tigres de papel, 2015). Sus textos aparecen en diferentes publicaciones (La Tribu de Frida, Fragmenta, Espacio Luke, La Galla Ciencia, El coloquio de los perros, Revista Kokoro entre otras).

La piel es superficie de saliva,
Mi naturaleza me dirige a lo alto
El viento vibra, dentro de las sienes.
Curvada de agua,
No me dejes sola.
Los labios contienen una sonrisa,
Las palabras que caben en el aliento
Mientras friego podría caer en el pozo,
Fluir hacia el hueco de mi madre
Mi única casa es de papel de huesos,
Flotante sobre el rostro rodea la espalda,
Es la presión contra mi piel, el agua.

No hay ya nada interior, solo su eco,
Las palabras son de fuera, letra de aguja,
Curvada de agua,
No me dejes sola.
Vacío de medianoche en las manos,
Sobre mi cuerpo el calor de la sábana
Los órganos suenan a música de papel
Ralentí raro de mi corazón.

MIENTRAS LA LUZ
Lola Mascarell

(Valencia, 1979). Periodista y profesora de Lengua Castellana y Literatura. Autora de Mecánica del prodigio (Pretextos, 2010), Palabras en el yunque (Cocó, 2012) y Mientras la luz (Pretextos, 2013).

Todo está en la ventana
que reúne mi vida y me contiene
contra el marco vacío de lo eterno.
Un marco en el que yo soy el afuera
y el paisaje es mi centro más profundo.
Una rama de viento, los jirones
de nube en que se cierne
la noche del crepúsculo
y este agudo deseo
de encontrar entre ellos la palabra
que logre derribar esta frontera
entre afuera y adentro.
Todo está en la ventana, soy el marco
que reúne y contiene los compases
de este instante inmortal, de este intervalo.
Un recuadro de luz mientras la luz
cabalga en las cenizas de la tarde:
un mordisco de cobre en el cobalto.

LA AUTÓMATA
Sonia San Román

(Logroño, 1976). Autora de varios libros de poesía, entre ellos, Anillos de Saturno (Baile del Sol, 2014) y La barrera del frío (Suburbia Ediciones, 2017). Ha coordinado, como editora, distintos libros; también ha participado en numerosas antologías literarias.

El resplandor, dentro y lo perfecto, fuera.
Armonía por empeño.
Esfuerzo en la luz.
Palabras a punto del labio y flores para sembrar en un campo sin tierra fértil,
en la ausencia de oídos.
Lo peor de la soledad no es estar sola.
Lo peor es que te obliguen a gritarlo.

CONJUGO EL VERBO HABITAR
Andrea Abreu

(Tenerife, 1995). Periodista y estudiante de Máster en Periodismo Cultural y Nuevas Tendencias; autora del poemario Mujer sin párpados (Editorial Versátiles, 2017).

«Como si la casa fuera un lugar seguro», picotean los pájaros en el
alféizar de la ventana
Insisten en entrar y en utilizar las tijeras para
cortarse las plumas
para dejar de volar libres

porque la libertad es un peso demasiado grande

«Como si la casa fuera un lugar seguro», pienso

Los pájaros se alimentan de la luz
de las bombillas a través de los cristales / de la casa
de la casa que debajo del cielo negro es solo
una joven estrella
en la inmensidad de una noche
cerrada y tibia
La casa que aparenta ser segura pero que solo resplandece si
la ciudad calla y la oscuridad la cerca

La casa que depende de las tinieblas para ser hermosa

«La misma casa», pienso, «como si la casa fuese un lugar seguro».

LA MUÑECA
Ana Vega

(Asturias, 1976). Poeta, narradora, periodista, crítica literaria. Autora de varios libros, entre ellos, Breve Testimonio de una mirada (poesía, Amargord, 2009), Herencia (poesía, Canalla Ediciones, 2018) y Llanquihue (narrativa, Editorial Huerga & Fierro, 2012).

La primera muñeca
o juguete que mi madre recuerda
haber tenido
estaba completamente desnuda.
Dice haberla apretado
tanto y con tanta fuerza
que cuando ésta se cayó
y perdió en el campo
ella mantuvo
firme el gesto y la postura
durante todo el día.
Al igual que quien sufre
el dolor fantasma
de un miembro amputado
nunca ha superado esa carencia.

ANTOLOGÍA LIBEROAMERICANAS – POEMAS DE ANA VEGA, GEMA ALBORNOZ, SARAY PAVÓN Y SONIA MARPEZ

Comparto poemas de cuatro de las autoras seleccionadas para esta antología en su edición española.

PERDÍ LA FE

Me quedé
atrapada
en la red
que teje
la araña
del desconcierto.

La incredulidad
certera
de quien
ha visto
demasiado.
Algo incurable.

EL FINAL DEL CUENTO

A veces
tengo sensación
de batalla perdida,
de general
con hombres muertos
a sus pies,
con manos ensangrentadas
pero inútiles…

Cansancio acumulado.
Elaboración de tácticas
y estrategias
estudiadas con precisión
de bisturí
y a las que siempre
vence
el caos
del mundo
más cotidiano.

A veces
siento
que ni los cuchillos
más afilados
logran
cortar bien la carne.
Siento que poco
o nada
tiene sentido.

Y sin embargo,
en contadas ocasiones,
veo con claridad, exacta,
de halcón
desde las alturas,
como la verdad
vence al cobarde;
cómo el triunfo
está asegurado
desde el principio
para aquéllos
que se mantuvieron firmes,
los locos, los salvajes,
los que no se dejan domesticar:
los más cuerdos
entonces.
Y sé que noches de cuchillo
y ruido ensordecedor
les preceden,
espinas bajo sus pies,
clavos ardiendo
siempre
en sus manos
y muñecas rotas.

Al final
del cuento
la paz
llega a los ojos
del indómito
con la facilidad
con la que el cielo
abre sus puertas
tras la tormenta.
Benditos sean
aquellos
que han logrado
sobrevivir
al desierto.

Ana Vega (Asturias, 1976). Poeta, narradora, periodista, crítica literaria. Autora de varios libros, entre ellos, Breve Testimonio de una mirada (poesía, Amargord, 2009), Herencia (poesía, Canalla Ediciones, 2018) y Llanquihue (narrativa, Editorial Huerga & Fierro, 2012).

VER UNA FILA DE LUCIÉRNAGAS
dibujando la carretera por donde pasa tu olor.
No es un desorden de mi sistema nervioso,
es que no se coordina el corazón.
Mi seguridad,
entonces,
se sitúa al borde del acantilado,
Mi pánico
no sabe si volar
o divertirse rodando
loma abajo.
A menudo,
te recreo en mi infancia,
rebobino,
damos saltos al futuro,
volvemos al ahora mismo.
Eres mi alucinógeno favorito
y nadie te había clasificado como droga.

NECESITO TENERTE DELANTE.
Rozar
un poco
los pliegues
que son esquina.
Esquina de cuatro cantos
y a cuatro palmos,
a tientas,
doblarlas
tantas veces como quiera.
Necesito tenerte.
Necesito tenerte enfrente.
Sin que me des la espalda,
que no quiero empujarte,
que no quiero tus alas.
Necesito tenerte.
Necesito mirarte a la cara
y hacer del iris de tus ojos
el escudo de mi universo.
Universo de universos
anillados.
Donde desde mi cabeza vuelen pájaros
salvajes emigrando al sur hasta tu centro.
Necesito cuerpo a tierra
cuando llegue,
cuando llegues
de cualquier océano
y seamos.
Necesito.

Gema Albornoz (Montilla, España, 1979). Poeta, narradora y fotógrafa. Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Córdoba. Miembro de la Asociación Cultural Poética de Puente Genil (Córdoba) y de la Asociación Cultural Naufragio. Sus textos (poesía y relatos) aparecen en distintas publicaciones literarias, tales como Salto al reverso, Prisma a la vista, La Galla Ciencia, Le Miau Noir, El Laberinto de Ariadna, La Galla Ciencia, Mitad Doble, El coloquio de los perros, Digo.Palabra.Txt, Revista de poesía crítica Bohemia, entre otras. Colabora en los medios culturales Mundiario y Luz Cultural Magazine. Actualmente, dirige la sección artística La Mirada de Helios (Odisea Cultural).

PUEDO DECIR ALGO Y CLARO:
no sé a dónde me dirijo,
me pesan los párpados,
a veces exploto y, otras,
tengo sequía de impulsos;
me marean las líneas del metro,
estoy harta de las hormonas,
los cambios,
harta de ser pezón y curva.

SOLEDAD DOBLADA

Ya voy desmontando ese telón rojo,
quitando los paneles del tablado
y todos los hierros que lo soportan.

Recojo las copas, manteles y luz,
apago los altavoces, la tele
y mis ojos de mirada intrigada.

Limpio el suelo, los cristales y mi voz
que tiene tu nombre cosido a fuego.
Hoy barro la sombra, el miedo y tus labios.

Despacio, sin despertar a la noche,
cierro la puerta y voy por las lustrosas
veredas, con la soledad doblada

y las partículas del corazón
que van creciendo, lentas,
por mis manos.

Saray Pavón (Sevilla, 1984). Poeta, narradora, fotógrafa, ilustradora, escultora, editora. Ha estudiado en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos. Autora de los poemarios Grisicitudes (2009), Esferas (2011) y Literatura de Penumbra (2012).Ha colaborado en distintas revistas y antologías literarias. Ha obtenido distintos premios por sus creaciones artísticas. 

EL TIEMPO SE HA ENCARGADO DE ASESINAR
a todos los héroes románticos de esta ciudad.
No hay nada que merezca ser esperado.
Quedan sólo las cenizas oxidadas
de las lágrimas que un puñado de amantes
se atrevieron a derramar.

TRATAR DE ALCANZAR
el eterno escalón

zurcidos los labios
reverbera el silencio

deseos marchitos
entraña oxidada

mañaña de pasos
penumbra en los ojos

pasado en cenizas
esperanza asfixiada.

Sonia Marpez (Galicia, 1987). Fotógrafa y escritora. Diplomada en Magisterio de Educación Primaria y Licenciada en Historia del Arte. Junto al también escritor Gabriel Noguera, ha dirigido la publicación Obituario y el fanzine MacGuffins. Ha obtenido distintos premios por su obra poética. Su primer poemario es Demolición (Monosabio, 2018). Actualmente, reside en Málaga.

NOTA DE EDICIÓN DEL POST: las fotografías corresponden a sus respectivos autores; los poemas han sido extraídos de distintos espacios de la red.

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UN RELATO Y UN POEMA PARA SAN VALENTÍN

PASEO

 A los hombres y mujeres con paciencia

Te espero en el portal mientras me enciendo un cigarrillo y dejo la bolsa en la acera, sucia de hojas secas, envoltorios de bollería industrial, cascos de botellas rotas y condones aplastados, restos típicos de las festividades adolescentes propios de los fines de semana. Te avisto a lo lejos, al final de la calle, caminando apresurada: eres puntual, como siempre; cuando te aproximas te disculpas, jadeando, yo te tranquilizo, has llegado a la hora convenida y lo celebro. Me besas y yo te acerco el tabaco que te habías dejado en el escritorio de mi cuarto, te coloco bien al cuello la bufanda y rebusco en el fondo de la bolsa de plástico un pequeño paquete para entregártelo; lo abres, y he acertado con el regalo, el último libro del autor que te encanta, casi agotado; lo encontré, de pura casualidad, en el escaparate de una librería, de esas pequeñitas con encanto que están escondidas en los barrios más alejados del centro, y no dudé en comprártelo. Sonríes, me dedicas otro beso en la mejilla, y decides invitarme a almorzar por la ofrenda; yo impongo la condición de que sea en un lugar barato, tenemos que ahorrar porque hay que afrontar tiempos difíciles, y lo sabes; tú aseveras y nos disponemos a emprender el paseo hasta el restaurante de la avenida principal, el más cercano; tampoco podemos ir más lejos, no podemos recogernos tarde que mañana toca madrugar, por desgracia. Transcurren diez minutos y presiento tu mano acercándose a la mía, la rozas ligeramente; yo, que noto como cada vello de mi cuerpo se eriza y a la vez me invade un temor instintivo, la aparto, discretamente. No vuelves a insistir hasta que estamos a punto de cruzar el parque – te embobas con los perros que ladran y juguetean por el césped húmedo y con los críos que corretean entre los columpios y los toboganes -, y otra vez, tus deditos que se me arriman sigilosos a los míos que se retiran al instante. Con la mosca detrás de la oreja, te detienes, te colocas frente a mí, con el ceño fruncido. Suspiro: vamos a discutir, yo odio los enfrentamientos verbales inesperados, pero me resigno; agacho la cabeza y te escucho. No. No tengo ningún problema. Ninguno. Te lo digo en serio. Mis sentimientos son firmes. No. No es vergüenza. Ya me conoces: soy tímida, pero resulta absurdo, y más a estas alturas, serlo contigo. Para nada. Oye, me cuesta tratar este tema, y más así, en caliente. No. No, no es falta de confianza. En absoluto. ¿Asco? Por el amor de Dios. No, no es asco, por favor, si fuera así, ni me dejaría acariciar. Cálmate. El motivo no eres tú. Estoy segura de ti. No te enfades. Verás, cariño. Es que me cuesta. Sí. Me cuesta. Cuando llevas años dándole la mano a hombres alérgicos al compromiso y a mujeres demasiado espabiladas con dos máscaras a juego, cuesta mucho trabajo, mi amor. Cuesta mucho trabajo.

VIEJA OLLA DE FONDO QUEMADO

 «Y amor es una palabra que se usa
demasiado y
demasiado
pronto.”
Charles Bukowski

Siempre hago más palomitas de maíz
de la cuenta,

siempre olvido que ya no estás
y me consuela comerme las que sobran
cuando pienso que jamás veremos
todas aquellas películas que teníamos pendientes

siempre olvido, joder, que tu película favorita
es la de “promesas incumplidas”.

(De La casa rota, Versátiles Editorial, 2018).

Ilustraciones: Agnes Toth